Por Michelle Renaud
Fotografías: Samantha Etane
Estatua de Nuestra Señora de las Escuelas por Giacomini y Balducci
En la capilla ubicada en 2330 Sherbrooke Street West se encuentra una magnífica estatua de mármol de Nuestra Señora de las Escuelas, santa patrona de todas las instituciones educativas. Tallada en Italia a principios del siglo XX, esta estatua nos recuerda, que por casi sesenta años, el edificio donde se encuentra fue el lugar donde se propagó la devoción a Nuestra Señora de las Escuelas.
La conexión entre Nuestra Señora de las Escuelas y la Congrégation de Notre-Dame se remonta a la renovación religiosa que surgió en Francia después de la Revolución del siglo XIX, por medio de diferentes iniciativas de enseñanza. Una de ellas, la devoción a Nuestra Señora de las Escuelas, fue fundada por el Padre Guyot en 1894, con el apoyo del Papa León XIII, para asegurar el éxito de las escuelas que abrió en su parroquia. En Francia, esta devoción no sobrevivió las leyes anticlericales que eliminaron las escuelas religiosas, pero fue aceptada en Quebec. Fue adoptada por el Cardenal Taschereau quien le dio a la Congrégation de Notre-Dame la responsabilidad de propagar su devoción, vinculada estrechamente a la misión educativa de su fundadora, Santa Marguerite Bourgeoys. Cuando se abrió en el Viejo Montreal en el año de 1899 la École normale de la Congregación, dicha fue dedicada a y puesta bajo la protección de Nuestra Señora de las Escuelas1.
En junio de 1903, comenzó a circular a través de Quebec un hermoso estandarte representando a Nuestra Señora de las Escuelas, inclusive llegó hasta Roma donde fue bendecido por el Papa Pio X en 1906. El 12 de julio de 1911 la Congregación obtuvo permiso del Santo Padre para construir una capilla en el futuro edificio de la École normale, bajo la protección de la Virgen de las Escuelas y para celebrar su festividad el tercer sábado del mes de octubre. Una vez recibida esta autorización, le encomendaron a los artistas italianos, Giacomini y Balduccila, que tallaran la imagen de la Madonna en mármol blanco carrara. La estatua fue instalada en un nicho sobre el altar principal de la capilla en el nuevo edificio de la École normale (ubicada en 2330 Sherbrooke Street West), fue bendecida por el Obispo Paul Bruchési el 7 de octubre de 1915.
Detalles de la estatua de mármol de Giacomini y Balducci.
Con el paso de los años, la devoción hacia Nuestra Señora de las Escuelas continuó creciendo en la École normale, de tal manera que para el 25 aniversario de la institución, en junio de 1924, las graduadas de la École normale decidieron fundar la Asociación de Ex Alumnas de Nuestra Señora de las Escuelas, dicha asociación «les ofrecía la oportunidad de encontrarse y colaborar en obras de caridad que promovían la educación»2. Sin embargo, la devoción a Nuestra Señora de las Escuelas no estaba confinada dentro de las paredes de la École normale, en lo absoluto…
De hecho, desde el comienzo, las hermanas se aseguraron que las reproducciones, imágenes, medallas y estatuas promovieran la devoción a Nuestra Señora de las Escuelas, no solamente en las escuelas de la provincia, sino en todo Canadá y aun en el extranjero: «Terranova, África, Japón, los Territorios del noroeste canadiense, Guadalupe, Haití, Texas, México, Chile, Santo Domingo abrieron la lista de centros lejanos que se interesaron gradualmente en la causa, el centro del cual, en lo sucesivo, sería la École normale de las hermanas de la Congrégation de Notre-Dame deMontréal».3
Finalmente, el 12 de noviembre de 1952, aceptando la solicitud de los Obispos canadienses, Pio XII proclamó a Nuestra Señora de las Escuelas «patrona de las escuelas y jóvenes estudiantes de todo Canadá». La devoción a la Virgen de las Escuelas encontró un nuevo fervor: la oración inicial fue impresa y traducida en 15 idiomas y, durante el Año Mariano de 1956, todas las escuelas canadienses y varias instituciones educativas en otros países se dedicaron oficialmente a Nuestra Señora de las Escuelas4.
La devoción a la Virgen de las Escuelas culminó el 30 de abril de 1958, con una coronación solemne de la estatua por el Cardenal Paul-Émile Léger, con autorización especial del Papa Pio XII, en la capilla de la École normale. Esta coronación marcó el 300 aniversario de la fundación de la primera escuela en un establo de Montreal por Santa Marguerite Bourgeoys. En dicho evento se encontraban presentes más de cincuenta sacerdotes de todo Canadá, representantes de diferentes comunidades y líderes civiles y escolares, entre quienes se encontraba el Superintendente de Enseñanza Pública. Asistieron a esta ceremonia tres obispos, quienes consagraron oficialmente la devoción a Nuestra Señora de las Escuelas.
En 1961, el Papa Juan XXIII, con el deseo de promover la devoción a Nuestra Señora de las Escuelas, otorgó varios privilegios a aquellos que visitaran el santuario en la capilla de la École normale. En su edición del 1 de julio de 1962, el semanal La Patrie publicó: «El santuario NDE se ha convertido en un lugar de peregrinación para todos los jóvenes estudiantes de Canadá, Estados Unidos y Europa»5.
En 1970, en ocasión del Año Internacional de la Educación, y a sugerencia de la Unesco en los Estados Unidos, se envió una solicitud a todas las autoridades responsables principales de la educación en todos los países para propagar la devoción de Nuestra Señora de las Escuelas alrededor del mundo. Posteriormente, se entregaron al prefecto de la Congregación Sagrada de Educación Católica 500 respuestas recibidas. Pero los tiempos han cambiado: en una carta con fecha 21 de junio de 1971, la Congregación Sagrada de Adoración Divina informó al Rev. Paul Grégoire, Arzobispo de Montreal, que no sentía oportuno ese momento para hacer dicha proclamación en6.
En el 2013, la estatua de Nuestra Señora de las Escuelas puede encontrarse todavía en 2330 Sherbrooke Street West. Sin embargo, ya no está en la capilla de la École normale, ya que ha sido convertido en las oficinas administrativas de la Congrégation de Notre-Dame, sino que se encuentra en la capilla de la octava Casa Madre de la Congregación. Íntimamente vinculada al ámbito educativo de la Congregación, es testigo de su historia y a través de ella, de la evolución de la sociedad.