Acogida > Ser religiosa > Vida diaria
Nuestros días se viven en el impulso de la oración personal y colectiva. Estamos invitadas a participar diariamente en la Eucaristía. Cada una es responsable de cultivar unos momentos de contemplación personal y animamos por turno un tiempo de oración colectiva. Un retiro anual nos permite profundizar el sentido de nuestro compromiso.
¡Magníficat, es un canto de alegría!(haga clic para oír a las hermanas cantar el Magníficat).
Vivir en comunidad, es tratar de crecer con las demás, a través nuestras diversidades y la fe común que nos reúne. Queremos formar unas comunidades de vida interculturales. Tenemos un modelo: la vida de Jesús que sale de los senderos balizados para ir hacia los demás.
Cada una se implica según sus talentos y su personalidad. Las tareas diarias se efectúan con la ayuda mutua y el compartir. No hay pequeño o grande servicio, se reconoce el valor del menor gesto. Por su oración y su trabajo, cada hermana enriquece la vida de la comunidad.
Las hermanas deben esforzarse en hacerse competentes y hábiles en toda de trabajos…
Los Escritos de Marguerite Bourgeoys p. 79
Cada una descubre su vía y desarrolla sus talentos. En el marco de un trabajo comunitario o parroquial, en la enseñanza, el compromiso social, la contabilidad, o cualquier otro, cada faceta de la obra de las hermanas llega a ser educación liberadora.
Interpeladas por los desafíos del mundo actual, actuamos en solidaridad con las poblaciones vulnerables y el respeto de nuestro planeta.
Tener a Dios presente en todo lo que hacemos, para contentarle a Él sólo.
Los Escritos de Marguerite Bourgeoys (p. 75)